Elo.
Luis José Astolfo.


No se porqué, pensé que esta fotografía me haría escribir algo.. algo mas que esto que estoy escribiendo. Lo que ven es una camioneta, bueno la camioneta no la ven, pero esa ola de polvo es lo que los vehículos dejan en su paso en caminos de ripio como este. Siempre me atrajo esta marca, este signo que dice que hace un momento estabas en el lugar donde ahora solo flota polvo, y no es permanente, solo esta ahí unos segundos, los suficientes como para fotografiarlo, si es que alguien se dio cuenta. Y ahí si.. ahí si queda inmortalizado su paso.
Creo que de eso se trata todo, dejar una gran ola de polvo y que alguien... la fotografie antes de que se desvanezca.


Infancia


De repente estábamos ahí, como todas las noches, ...pasadas. Algo nos hacia creer. Acostados, solo se escucha Él... el viento, y uno que otro camionero que saluda al eterno zombie que sonambula por el mangrullo, al pie de la ruta, al otro lado de la ruta, porque de este lado estamos nosotros. Nos suponíamos dormidos como el resto de los habitantes de la casa. Había una ventana de madera, con cortinas gruesas verdes, era lo único que se dejaba ver con las luces apagadas, y creo que como yo, también era lo único que dejaba ver para el.
Ahora yo (supongo el también) invento, imagino, un simulacro de conversación, con el supuesto dormido acompañante de habitación, pasan 1 o 2 segundos.. 3 o 5 minutos.. a veces 1 hora, hasta que por fin.. el o yo.. llegamos a una parte de la conversación que no podíamos continuar imaginando.

- ¿Estas dormido?.
- No.


Antonella


Visitas fantásticas en Navidad.

Hagan Zoom en el centro de la bola en la foto original (arriba) y se van a encontrar con que El Grinch o algún familiar del mismo, me acompaño, sentado en la silla del escritorio que usé para apoyar la cámara.


Auto Club Pico Truncado



Molino de Sol.


Horizonte y Rueda.


La Conquista.




Pico Truncado. Casa.


MI FRIDA.
Mientras quitaba el polvo acumulado durante todos los dias que yo no estube aca...
Ford Falcon Sprint ´83


7 Hombres vieron un incendio, y decidieron asistir a su extinción. Buscaron palas y frazadas, y emprendieron el viaje. Caminaron 3 o 4 horas, y de repente lo perdieron de vista, confusos y agotados, decidieron descansar, durmieron y no se dieron cuenta cuanto tiempo lo hicieron. El viento los despertó, y ahí estaba de nuevo, el incendio, y volvieron a caminar en aquella dirección, con los ojos fijos en donde el fuego era mas intenso, para no perderlo de vista de nuevo. Caminaron, 3 o 4 horas, y ante sus ojos, sus ojos dejaron de verlo, confusos y cansados, se dispusieron a descansar, se durmieron y no dieron cuenta del tiempo que durmieron, nuevamente el viento los despertó, y ahí estaba otra vez el incendio, tan enérgicos como emprendieron el viaje lo continuaron, tomaron sus palas del suelo, se ataron las frazadas, y caminaron, hacia allí, siempre. Los hechos se repitieron día tras día, y ellos casi sin darse cuenta, desaparecían en sus sueños cada vez que el ocaso desaparecía en sus ojos.